Desde la aparición de la filoxera en Europa a finales del siglo XIX, la viticultura europea se ha basado en la utilización de plantas injertadas. El pie o portainjerto es la parte de la cepa que forma el sistema radicular sobre la que se injerta la variedad vinífera (Vitis vinifera). Los portainjertos de vid más comunes en la actualidad provienen de la selección de especies puras y de hibridaciones. Estos portainjertos presentan características que los diferencian entre sí y que van a determinar su grado de adaptación a las distintas condiciones de las parcelas. Teniendo en cuenta que gran parte de la viticultura europea se desarrolla sobre suelos calcáreos y que esto puede generar problemas nutricionales en las cepas, es interesante conocer la tolerancia de los pies utilizados en viticultura a la caliza del suelo en las zonas en las que se presenta esta problemática.
De ahí el estudio planteado en Navarra de forma conjunta entre el Negociado de Viticultura del Gobierno de Navarra, INTIA y la Universidad Autónoma de Madrid, y que se ha llevado a cabo utilizando modernas técnicas radiométricas.
En la actualidad, las técnicas de teledetección están adquiriendo gran interés en agricultura debido a su aplicación en estudios de ocupación del suelo y en la obtención de información sobre el estado fenológico y nutricional de los diferentes cultivos. Proporcionan información sobre la variabilidad espacial en el vigor vegetativo de los cultivos y una estimación de diferentes parámetros que caracterizan el estado físico y fisiológico de las plantas tanto a escala global como a nivel de parcela.
En este artículo se pretende la divulgación de los resultados de este trabajo así como informar a los agricultores de las aplicaciones de estas técnicas hoy casi desconocidas para ellos.
