El maíz forrajero se ha convertido en la actualidad en una materia prima de uso generalizado por los ganaderos para la alimentación de los rumiantes domésticos. Para esta opción productiva, se utiliza la totalidad de la planta de maíz en verde (parte vegetativa y mazorca), cosechándola en un estado inmaduro de su desarrollo.
Dentro de la “Red de evaluación de variedades de maíz para forraje”, que agrupa a Centros de Investigación Agraria del norte de España, desde Galicia hasta Cataluña, se llevan a cabo ensayos anuales de variedades de maíz para determinar su adaptación a este tipo de aprovechamiento en verde, en las condiciones ecológicas de cada Comunidad autónoma. Dichos ensayos son replicados con igual diseño en todas aquellas que tuvieran similares condiciones, con un protocolo común y con los mismos criterios de evaluación.
De esta forma, con el paso del tiempo, se va acumulando una información válida y fiable que permite aconsejar a los agricultores y ganaderos de cada región sobre las variedades de mejor rendimiento y adaptación a las condiciones concretas de su explotación. También sirve para conocer y trasladar sus características y adaptación a condiciones ambientales similares, con independencia de la localización de los ensayos
En este artículo se presentan los resultados obtenidos en los ensayos llevados a cabo en Navarra en 2018 por INTIA y se comparan con resultados históricos de años anteriores. De este análisis comparativo surge la recomendación final para las siembras.