La identificación electrónica de las ovejas, obligatoria desde al año 2006, supuso una revolución en el modo de trabajar de las explotaciones ovinas y de las entidades relacionadas con su actividad productiva. Concretamente, en la asociación de criadores ARANA ayudó a sistematizar cantidad de registros y a mejorar la toma de datos en los controles que se llevan a cabo para optimizar el esquema genético de mejora de la Raza Navarra de aptitud principalmente cárnica, permitiendo el avance para los objetivos que se pueden medir en los animales, como es la prolificidad. Tras 30 años de mejora se han alcanzado unos niveles óptimos para una raza de manejo extensivo.
La cuestión que se plantean los ganaderos es si las ovejas, una vez alcanzado el nivel de partos gemelares adecuado, serán capaces de llevar los corderos hasta el sacrificio o el destete con la cantidad de leche que necesitan las crías al ser el único alimento que toman en esa etapa.
Este planteamiento de los productores crea la necesidad de trabajar con el valor lechero de los reproductores, esto es, con la capacidad de llevar a peso de destete en el tiempo indispensable los corderos que hayan nacido. Para ello, la única solución es pesar todos los corderos al menos una vez durante su crecimiento y poder ser traducido ese dato en el valor lechero de sus progenitores.
Con ese fin, se puso en marcha un proyecto en agosto de 2018 con ayudas europeas y del Gobierno de Navarra que ha permitido incorporar las nuevas tecnologías a los rebaños a través de la instalación de básculas electrónicas de autopesaje automático con lectura y registro por crotales electrónicos y su validación por imagen. El control se puede hacer durante las 24 horas del día mediante el uso de cámaras de infrarrojos para la validación también nocturna del peso. Para el registro y envío de datos se han creado una aplicación de inteligencia artificial y un software específicos.
El desarrollo se ha realizado en cooperación entre dos entidades ARANA e INTIA, que comparten el objetivo concreto del proyecto y en su actividad emplean métodos colaborativos-asociativos para la transferencia tecnológica.
El proyecto se ha enmarcado dentro de las acciones de “Apoyo para los proyectos piloto y para el desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos y tecnologías, del Programa de Desarrollo Rural de Navarra 2014-2020”, y ha sido financiado por la Unión Europea a través de los fondos FEADER en un 65% y por el Gobierno de Navarra en un 35%. En este artículo difundimos la metodología empleada así como los resultados obtenidos.
