La agricultura ecológica certificada ocupa el 7 % de la superficie agrícola navarra y se posiciona como un modelo de agricultura que irá sumando adeptos. Las nuevas políticas impulsadas por la Unión Europea tienen como objetivo que para 2050, el 25 % de la superficie agrícola sea certificada en ecológico. Así, medidas europeas como la denominada "de la granja a la mesa", ponen de manifiesto la transición hacia un nuevo modelo productivo y de consumo en el que la agricultura ecológica se posiciona como epicentro del cambio. Sin embargo, existen cuestiones por resolver en los sistemas de cultivo en ecológico referentes a la fertilización. En este sentido, los fertilizantes minerales de baja solubilidad junto a sustancias naturales o derivadas de estas como los fertilizantes orgánicos, son los únicos que se tiene permitido emplear. Tradicionalmente, los estudios sobre fertilización orgánica se centran en la dinámica del nitrógeno (N) por ser el nutriente con un impacto más visible en el rendimiento y estar intrínsecamente relacionado con la calidad de la cosecha. El nitrógeno es un elemento muy móvil en el sistema suelo, siendo de vital importancia el uso de correctas técnicas agronómicas. Una correcta técnica fertilizante debe facilitar el solape del N que oferta el fertilizante con la demanda por parte del cultivo, para así potenciar la eficiencia del N y la eficacia del fertilizante. Este solape de momentos formaría un agrosistema más eficiente al ocasionar menores pérdidas. Este aspecto es de vital importancia en agricultura ecológica ya que existe una limitación mayor respecto a la agricultura convencional en la cantidad de Unidades Fertilizantes de Nitrógeno (UFN) que se puede aplicar al sistema. Por lo tanto, el conocimiento sobre el manejo de nuevos fertilizantes certificados en ecológico lanzados al mercado se posiciona como un aspecto de gran importancia.
Para profundizar en este campo, la sociedad pública INTIA implantó en su finca de Sartaguda un ensayo de tres años para generar conocimiento sobre el uso de este tipo de fertilizantes orgánicos. Concretamente, los objetivos fueron: I) Obtener información técnica sobre el manejo de fertilizantes orgánicos comercializados en agricultura ecológica, II) Evaluar aspectos edáficos (dinámica del nitrógeno en el suelo-cultivo) y agronómicos (rendimiento y contenido de proteína) en función del tipo de abono aplicado y el momento de aplicación, III) Comparar el sistema monocultivo versus rotación en el uso de insumos y obtención de parámetros agronómicos.