El vallado perimetral es una de las primeras medidas de bioseguridad a tener en cuenta para evitar la entrada de enfermedades en las explotaciones ganaderas. Hay que considerar esta medida no sólo como un requisito obligatorio que hay que cumplir, sino como una mejora de los establecimientos que redundará en una mejor sanidad de la cabaña ganadera.
En este artículo se muestra con un ejemplo de transmisión de tuberculosis de animales silvestres a animales de una explotación navarra, y se recomienda la instalación de un buen vallado perimetral que incluya los almacenes de alimento, en las explotaciones independientemente de su tamaño.