Desde hace varios años, los agricultores de Huesca y Zaragoza se quejan del problema de espigas vacías o de las espigas erectas de la cebada, un problema variable entre campañas, pero que en algunas parcelas ha llegado a afectar al 50% de la cosecha. El Gobierno de Aragón preparó diferentes ensayos durante las campañas 2010 y 2011 en las zonas más afectadas para tratar de encontrar la causa. Técnicos de Aragón, Cataluña y Navarra, integrantes del Grupo de Trabajo de Cultivos Extensivos los visitaron en diferentes ocasiones y, en junio de 2011, técnicos de INTIA (entonces ITGA) encontraron granos de cebada de color oscuro casi negro que en su interior albergaban una sustancia blanquecina de forma fibrilar.