En estos últimos años hemos visto un repunte en la demanda de estas “variedades” de tomate tradicionales, al priorizar el consumidor su sabor y la textura por encima de otras características visuales. No se puede saber aún si esta demanda obedece a una moda pasajera o si la tendencia se consolidará en el futuro. Lo cierto es que el consumidor añora los frutos de antaño, con sabor intenso, y cada vez se inclina más por comprar tomate tradicional, en detrimento de ese otro tomate comercial de diseño y fruto bonito.
En consecuencia, las selecciones de tomate locales se están haciendo un hueco en el mercado nacional e internacional.
Sus frutos tipo Marmande, se caracterizan por el calibre extragrande (superior a GGG) y su buen peso (muchos superan el kilo), por ser carnosos, algo blandos en la maduración y no muy uniformes, con color rojo virando al rosa o morado, hombros verdes y a menudo con la cicatriz estilar muy marcada y abierta.