La campaña del cereal ha finalizado con resultados medios similares a campañas anteriores aunque la producción ha sido muy desigual en las distintas zonas cerealistas. Hay que destacar la influencia significativa de las condiciones climáticas en estos desiguales rendimientos. Ha sido una campaña marcada por valores extremos, ya que la sequía invernal causó daños irreparables en las zonas áridas y la producción en la Ribera ha resultado muy baja y, por el contrario, en las zonas de Montaña y Baja Montaña se han alcanzado rendimientos históricos. La siembra se realizó con un estado del suelo muy seco y las primeras lluvias llegaron a principios del mes de noviembre.