Desde que se crearon en Navarra los Institutos Técnicos y de Gestión (ITGs), a comienzos de la década de los 80, uno de los principales campos de acción para mejorar los resultados de las explotaciones ha sido analizar y mejorar la Gestión técnico-económica de las granjas. Hoy, tras la fusión de estos Institutos en INTIA, la filosofía sigue siendo la misma. Se trata de aplicar criterios empresariales a la actividad diaria del ganadero en este caso, para alcanzar la máxima rentabilidad.
Los criterios meramente productivistas parecen en principio los más acertados para incrementar los ingresos. Sin embargo, eso no quiere decir que siempre generen beneficios. A veces producir más implica también gastar más: en alimentación, en gastos veterinarios, etc. Puede haber un techo a partir del cual no compense realizar esos gastos.