Vivimos en un mundo cada vez más globalizado y en una economía de mercado donde la competitividad es la clave del éxito. Desde ese prisma, la incorporación en nuestras explotaciones de cualquier avance en la reducción de los costos de cultivo es crucial para la obtención de rentabilidades.
En fruticultura, la recolección manual de los frutos puede representar en algunos casos más del 50% del costo total de producción del cultivo, siendo la fase más estresante por el corto periodo de tiempo que normalmente se tiene para realizarla y por la exigencia en mano de obra que conlleva.