Hasta ahora el control de plagas en los cultivos está basado fundamentalmente en el uso de los insecticidas. Escudados en su polivalencia o capacidad de controlar diferentes plagas en una aplicación o que son de fácil almacenamiento o en la inestimable ayuda en el aumento de la producción en los cultivos. En varias situaciones el uso reiterado de los mismos nos ha llevado a la resistencia de algunas de las plagas a los insecticidas, que añadido a la restricción de uso de materias activas ha supuesto que en ciertos cultivos se busque otros medios de defensa contra los insectos plaga. De otro lado los supermercados en su política de ofrecer productos agrícolas con un nivel de residuos menor al LMR nos obligan a buscar otros medios de defensa contra plagas que reduzcan el uso de insecticidas. En otras palabras métodos de control que combinen el uso de insecticidas con el uso de organismos vivos capaces de controlar las plagas.