El ITG Ganadero ha llevado a cabo una experiencia de cebo de terneros de carne a base de diversos cultivos ecológicos, para analizar sus resultados productivos y su rentabilidad. En los últimos años, numerosos acontecimientos y factores han hecho reflexionar sobre la necesidad de revisar la política agraria de los estados miembros de la Unión Europea. El objetivo principal tradicional de conseguir la máxima producción, se ve ahora enfrentado con la mayor preocupación por la sostenibilidad del campo, el medio ambiente y la calidad de los alimentos. Las profundas transformaciones en las prácticas agrícolas han dado lugar a la pérdida de espacios y del hábitat natural. La contaminación de los suelos y de las aguas superficiales, debida a estas actividades, se ha convertido en un problema que va en aumento. Por lo tanto, no resulta sorprendente que cada vez más gente, dentro y fuera de la agricultura, se plantee la necesidad del cambio hacia una producción ecológica, más respetuosa con el entorno.
En Navarra existen numerosas explotaciones ganaderas, ubicadas sobre todo en las zonas de montaña, que por su carácter extensivo y sus formas de manejo rozan la producción ecológica y por tanto podrían reconvertirse a este sistema introduciendo algunos cambios. Entre las exigencias a cumplir hay que destacar la alimentación del ganado que debe provenir de cultivos ecológicos. La pregunta que se hacen muchos ganaderos es ¿qué tipo de alimentación resulta más adecuada y rentable?
Para su información, en este artículo publicamos los resultados y conclusiones de esa experiencia de alimentación ecológica en vacuno de carne llevada a cabo por el ITG Ganadero.