En 1998 el Gobierno de Navarra pone en marcha, con la labor conjunta de los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente y de Agricultura, Ganadería y Alimentación, las denominadas Ayudas agroambientales relacionadas con la protección del territorio y de los espacios naturales (Decreto Foral 265/1998) amparadas en el Reglamento CEE 2078/92.
Estas ayudas de carácter voluntario contractualizaban entre la administración y el agricultor o ganadero el cumplimiento de una serie de compromisos durante cinco campañas (1999 a 2003) a cambio de una prima por hectárea o res de ovino respectivamente. Uno de los compromisos era no desparasitar al ganado ovino con productos organoclorados, fundamentalmente Lindano, por ser muy contaminantes y persistentes. En este artículo se recogen los controles realizados por los Servicios de Medio Ambiente así como la experimentación realizada por ITG Ganadero sobre su forma de detección en la lana de los animales.