En un sistema de producción de leche con cuotas limitadas, con precios del litro de leche a la baja, con problemas medioambientales en la gestión de los purines, las contabilidades de las explotaciones de vacuno de leche remarcan, cada vez más, la dependencia entre rentabilidad y costes de alimentación.
La actuación sobre los costes de alimentación es necesaria y es la que está más en manos del ganadero.
Un sistema de alimentación basado en una fuerte ingestión de forrajes de calidad producidos en la propia explotación o en su caso con una buena gestión en la compra de los mismos, es el camino a seguir. El ensilado de maíz forrajero constituye una pieza clave en el racionamiento.
La puesta a punto de nuevos métodos de predicción del valor energético del maíz forrajero en el laboratorio va a ser una herramienta básica para dirigir la selección de variedades de maíz con aptitud forrajera y para ajustar los racionamientos.