En viticultura no existe una sola variedad de portainjerto que aglutine en torno a sí mismo todas las cualidades deseadas. Por tanto, si las situaciones de cultivo son diversas, las respuestas de los portainjertos también lo serán. Es necesario establecer programas para validar portainjertos con las variedades propias de cada región en diferentes condiciones de cultivo. Estos estudios permiten conocer el potencial de la variedad sobre cada uno de ellos y ver cual resulta más apropiado para su utilización en la zona.
Los técnicos de la antigua EVENA, dependientes del Gobierno Foral de Navarra, han estudiado la viabilidad de dieciséis portainjertos, en los que se injertó la variedad tinta Tempranillo y la blanca Chardonnay, en los años 2009 y 2010.
De este modo se ha comprobado que los portainjertos que más éxito en vivero proporcionan, en las condiciones estándar de producción, han sido 41-B, SO4 y 1103-P en ambas viníferas. El portainjerto 110-R, uno de los más comúnmente empleados en esta zona, ha presentado una viabilidad media en ambas viníferas. A continuación se exponen los resultados con más detalle, para conocimiento de los viticultores.