El cultivo de berenjena es muy sensible a la contaminación de Verticillium dahliae: hongo vascular que penetra por las raíces y se establece en el xilema, donde produce conidias que son distribuidas a zonas superiores de la planta. Entorpece el tránsito fluido de la savia dando como resultado síntomas característicos de marchitez y desecación. Está muy extendido por la cuenca mediterránea y concretamente es endémico en los regadíos viejos de la cuenca del Ebro.
Afecta a muchas especies, tanto cultivadas como de malas hierbas, pero tiene especial incidencia en olivo y solanáceas (tomate, berenjena, pimiento, tabaco, etc.)
INTIA lleva ensayando durante varios años diferentes métodos para su control desde la óptica de un manejo integrado de los que forman parte los resultados que presentamos en este artículo.