El regadío es un importante generador de riqueza en la Comunidad Foral de Navarra, donde cerca del 20% del P.I.B. tiene su origen en las producciones obtenidas en gran medida en las áreas de riego, y es básico como factor de consolidación de las poblaciones rurales, por lo que merece toda la atención de los poderes públicos. Asimismo, el valor del regadío frente a la desertización y frente a los procesos erosivos constituyeun factor de importancia clave en la organización territorial. El desarrollo de las nuevas zonas regables en Navarra, se apoya en la construcción de las obras de regulación previstas en el Plan Hidrológico del Ebro, que a su vez se basan en los estudios que el Gobierno de Navarra y la Confederación Hidrográfica del Ebro han desarrollado a lo largo de varios años y que han permitido conocer tanto las posibilidades de riego, como los lugares más idóneos para llevar a cabo las obras de regulación desde el punto de vista de menores afecciones sociales y medioambientales.