Ene l número de la revista correspondiente a noviembre y diciembre pasados, se comentaba el manejo de los invernaderos en invierno. En el presente artículo nos vamos a referir a su manejo durante el verano. Hay que asumir la importancia de su manejo también en ésta época. Cuando un agricultor monta un invernadero, busca, en ese recinto, modificar el clima para hacerlo más adecuado para los cultivos que se implanten en él. Y en verano es frecuente encontrarse con invernaderos muy descuidados, con altas temperaturas interiores, con muy bajas humedades ambientales y unos pasillos de tierra incluso agrietados por falta de agua. Los cultivos que se encuentran en su interior soportan así temperaturas y humedad relativas, extremas, con notable y negativa repercusión sobre la cosecha en cantidad, en calidad y en incidencia de plagas y enfermedades.