La situación climatológica de sequía en el otoño e invierno de 2001-2002, ha propiciado que la superficie dedicada a estos cultivos en regadío, haya sufrido en la pasada campaña un descenso considerable, motivada por el descenso de almacenamiento de agua en los pantanos y las previsiones a corto plazo. En general, aunque el invierno del 2002 fue excepcionalmente seco y frío, las lluvias de marzo (38 mm en Noain y 22 en Cadreita) favorecieron el tempero, posibilitando unasbuenas nascencias debido sobre todo a unas temperaturas del mes de abril superiores a la media de la serie histórica. Sin embargo, el verano, anormalmente fresco, incidió de manera negativa en la cosecha final de la mayoría de los cultivos y zonas, provocando retrasos en las recolecciones y mermas de producción.