Comenzado el siglo XXI, nos encontramos ante un sector agrícola, el de invernaderos, joven y dinámico con mucho camino por delante. Es joven porque nació en los primeros años 80. El ITG Agrícola inició oficialmente sus trabajos en este área en 1986. Por lo tanto, con sus 19 años de vida en Navarra, acaba de alcanzar su mayoría de edad. Y es dinámico porque es el sector agrícola más tecnificado, donde se evoluciona con mayor rapidez, y además puntero en la aparición y desarrollo de técnicas de cultivo, de equipos, materiales, instalaciones, variedades… Un auténtico tren de alta velocidad en marcha. Actualmente se encuentra plenamente asentado y, con 230 hectáreas de superficie cubierta, ocupa unos 400 puestos de trabajo fijo, más otros tantos contratados de manera temporal.
En 2005, en medio de una situación general agraria llena de nubarrones y desánimo, el sector de invernaderos se perfila como uno de los pocos con buenas perspectivas de futuro y posibilidades de mercado si Navarra lo sabe potenciar bien, aprovechando la alta profesionalidad de sus agricultores y su situación estratégica respecto a los mercados europeos. Navarra entra en una nueva fase de desarrollo donde el reto de los invernaderistas será, sobre todo, la comercialización.