Los cereales de invierno son los cultivos más "fáciles y seguros" en nuestras condiciones de cultivo, pero su monocultivo presenta problemas a largo plazo, ya que implica:
- Mayor consumo de nitrógeno.
- Mayor riesgo de padecer plagas y enfermedades.
- Selección de la flora adventicia.
- Mayor consumo de fitosanitarios para intentar atajar esos problemas.
La rotación con cultivos alternativos supone, en el conjunto de los años, un resultado económico similar o superior al monocultivo de cereal.
Por otra parte, los cultivos alternativos ofrecen unas ventajas añadidas para el agricultor que son: la diversificación de las fechas de trabajo, la diversificación de riesgos, y la mayor posibilidad de lucha contra las malas hierbas, plagas y enfermedades, y que los convierten en interesantes al contemplar la explotación en su conjunto.
Las posibilidades de introducir los cultivos alternativos al cereal se reducen cuando nos encontramos en zonas más secas. En estas zonas el empleo del barbecho es una buena medida.
La gran demanda de colza así como la aparición de variedades de otoño de guisantes abre nuevas expectativas a estos cultivos.
Ene ste artículo de la revista se publican una serie de orientaciones y recomendaciones de cara a la nueva campaña cerealista..
