En la búsqueda, siempre constante, de nuevas alternativas para la diversificación de la producción agrícola navarra, el ITG Agrícola inició en 1987 una serie de experiencias en frutos secos.
Se salpicó la geografía navarra con campos experimentales de almendro (variedades de floración tardía), pistacho, avellano y nogal, con el fin de determinar sus posibilidades productivas tanto en zonas de montaña como en la Ribera del Ebro y sus afluentes. Para su implantación y seguimiento se contó con la colaboración inestimable de los técnicos especialistas de los distintos cultivos del Organismo Catalán IRTA con centro en Mas Bové (Tarragona).
A lo largo de estos últimos años se han ido publicando diversos artículos con las conclusiones de las distintas experiencias. Se ha esperado hasta este año para publicar datos del nogal ya que la suya es una experimentación a más largo plazo, debido a su alta longevidad (20-30 años en plena producción). El hecho de que tengamos resultados de 18 años de cultivo no supone más que un comienzo, pues se encuentra en el inicio de su periodo productivo, aunque ya pueden considerarse los suficientes para publicar las primeras conclusiones.
Tradicionalmente, en esta región, el nogal se ha plantado de forma aislada para el autoconsumo. En la actualidad Navarra cuenta con unas 60 ha de cultivo, de las cuales aproximadamente la mitad constituyen tres explotaciones de reciente implantación. El resto son pequeñas explotaciones que llevan el cultivo de forma totalmente artesanal.
En este artículo, pretendemos mostrar por un lado unas reflexiones sobre la situación actual del cultivo, y por otro los resultados obtenidos en experimentación en Navarra, así como sus conclusiones.
