El uso de acolchados en horticultura ha tenido últimamente un gran desarrollo ya que proporciona un gran número de beneficios agronómicos y medioambientales. Los acolchados más utilizados en la actualidad son de polietileno negro. Entre las ventajas de su utilización cabe destacar el incremento de los rendimientos, prevenir la aparición de las malas hierbas, un uso más eficiente del agua y de los fertilizantes, y reducción de la erosión del suelo. Además, el aumento de la temperatura en la zona de las raíces se traduce en una mayor precocidad de los cultivos e incluso en la posibilidad de realizar plantaciones más tempranas. No obstante, un exceso de temperatura puede llegar a causar efectos negativos.
Como contrapartida, la utilización de estos plásticos plantea problemas tanto técnicos como económicos y medioambientales en el momento de su retirada, cuando dejan de tener utilidad.
El ITG Agrícola, desde mediados de los años 90, viene experimentando con distintos plásticos biodegradables así como con la posibilidad de proceder a su eliminación o recogida de forma mecánica. Esos ensayos se han llevado a cabo en tomate de industria y pimiento. Y en este artículo se presentan sus resultados, que consideramos de gran interés para los agricultores tanto por su aspecto económico y de manejo como por lo que supone de cara a evitar residuos indeseables en los campos de cultivo.