La colza es un cultivo oleaginoso, que en la actualidad vuelve a retomar una importancia muy relevante, debido a la creciente demanda que está teniendo por parte de la industria del biodiesel como materia prima para su elaboración. Esta demanda viene acentuada por el constante incremento del precio del petróleo de los últimos meses.
Indudablemente, nos encontramos ante un cultivo con ventajas agronómicas importantes ya que permite la diversificación de épocas de trabajo y es muy buena alternativa. Pero a la vez hay que tener en cuenta las dificultades o barreras técnicas que conlleva (malas implantaciones, problemas de plagas,…). En definitiva, esto convierte a la colza en un cultivo muy técnico, en el que las posibles intervenciones a realizar por parte del agricultor son cuantiosas.
Desde el ITG Agrícola se trabaja desde hace varios años en diferentes líneas de investigación, con la finalidad de poder atajar la mayor parte de problemas con los que nos podemos encontrar al cultivar colza en las condiciones de clima y suelos propios de Navarra.
En este artículo vamos a informar sobre los puntos clave para conseguir un buen desarrollo de la colza, y sobre las nuevas variedades experimentadas por el ITG. Algunas de estas variedades presentan un alto potencial productivo y superan a las que se siembran tradicionalmente en la zona. Cabe esperar una mejora en este aspecto en los próximos años ya que las casas de semillas están trabajando con interés en el tema, por la importancia que está adquiriendo el cultivo.
