EL bróculi actualmente es el cultivo de mayor superficie en los regadíos navarros, 5.065 hectáreas en 2005 (Coyuntura Agraria), con una progresión meteórica en los últimos años.
Aunque su introducción en nuestros regadíos data de los inicios de la década de los 90, ha ido ocupando un lugar cada vez más relevante en las explotaciones familiares y, hoy en día, lo podemos encontrar en todas las zonas regables de la Comunidad Foral.
La demanda creciente tanto por parte de la industria como del mercado en fresco ha originado una diversidad de localizaciones y momentos de recolección. Así, lo podemos encontrar en numerosos municipios, desde la zona de Cortes hasta los regadíos de Valdega en Tierra Estella o en los nuevos regadíos de Aibar o Lumbier, y hay producción durante casi todo el año, siendo julio y agosto los únicos meses en los que nuestros agricultores dejan de producir esta verdura. Esta falta de oferta responde más bien a una demanda escasa o incluso inexistente, ya que se ha comprobado que en las zonas frescas de la zona norte y media de Navarra se puede cultivar bróculi en esas fechas con una calidad muy aceptable.
En la actualidad somos la segunda región productiva, por detrás de Murcia, la principal zona de producción de España. No obstante, este cultivo va aumentando año tras año en importancia y se está introduciendo fuertemente en otras regiones como Castilla, La Mancha y Extremadura. Dicha expansión está influenciada por el crecimiento de la demanda por parte de las industrias congeladoras, pues la del mercado en fresco se mantiene estable.
En este artículo nos vamos a centrar más en las variedades de bróculi para uso industrial, dentro de las experimentadas por el ITGA.
