Es un cultivo alternativo al cereal que, a pesar de no adaptarse a todo tipo de terrenos, sí que es el que mejor responde en los profundos y frescos de verano. La superficie sembrada en Navarra está sufriendo un descenso bastante notable en los últimos años. En la pasada campaña ese descenso resultó muy significativo, ya que la superficie se situó en menos de la mitad de lo sembrado en la campaña anterior. Este descenso puede deberse en parte al hecho de que se destina más superficie al cultivo de colza y de Brassica carinata, otros cultivos alternativos que pueden ocupar en algunos casos el lugar del girasol.
En esta campaña además de los dos ensayos tradicionalmente realizados por el ITGA en Navarra, uno en secanos frescos y otro en regadío, se instaló uno más en los secanos semiáridos de la zona media, en el que se testaron las variedades de girasol alto oleico. Los rendimientos en los secanos han estado muy influenciados por la escasez de lluvias del verano, tanto en los ensayos como en las parcelas de los agricultores, como se puede ver en el artículo.
