Para elegir la variedad a sembrar en cada explotación, nos debemos fijar en diferentes aspectos.
El principal o prioritario puede ser la productividad, pero no debemos dejar de lado otros como la adaptación del ciclo, la tolerancia a enfermedades, la calidad del producto.
Elegir o no la variedad más adecuada condicionará el trabajo e incluso los costes del agricultor a lo largo de la campaña. Condicionará la cantidad, y por tanto el gasto, de semillas a utilizar; condicionará el tipo de herbicida que tolera, su sensibilidad a enfermedades y los consecuentes tratamientos fungicidas, el manejo de la fertilización para aumentar o reducir la tasa de proteína, etc.
En estos momentos hay una variedad de trigo que acapara prácticamente todas las siembras en Navarra, que es Berdún. En el caso de la cebada, el abanico de variedades empleadas resulta algo más amplio, aunque Hispanic (48%), Naturel (18%) y Pewter (10%) ocupan la mayor superficie sembrada, sumando las tres un 76% del total. Estas variedades ofrecen al agricultor navarro, hoy por hoy, un buen equilibrio de cualidades para lograr la mejor cosecha.
Sin embargo, la investigación continúa avanzando y en el mercado aparecen nuevas variedades de cereales, leguminosas y colza a los que hay que estar muy atentos. Las nuevas variedades afila resistentes al frío, en el caso de las leguminosas, y el aumento de la productividad con las nuevas semillas de colza contribuyen a mejorar los rendimientos con estos cultivos.
En este artículo, el ITGA ofrece a los agricultores un informe sobre las nuevas variedades de cultivos extensivos que están en el mercado, sobre su comportamiento y su adaptabilidad a las condiciones de secano y regadío de Navarra, para que puedan tomar la mejor decisión.