El proceso de cargar los animales en camiones y su transporte al matadero, constituye una operación delicada que debe hacerse en buenas condiciones, para no dañar al animal ni estropear la calidad de su carne. Un mal manejo y un mal transporte producen un estrés excesivo en los animales, con malas consecuencias en su estado físico que pueden llevar al extremo de desaconsejar el consumo de su carne.
Ello repercute negativamente en la economía del ganadero, que puede llegar a perder una buena venta. De ahí la importancia de contar con instalaciones adecuadas y llevar a cabo el trabajo en buenas condiciones. En el anterior número de Navarra Agraria (nº 162 - Mayo-junio -2007), en el primer artículo de esta serie, se explicaba cómo debe hacerse la selección de los animales por lotes y los pasos previos a la carga, y se hablaba de la sala de espera, el recinto donde los cerdos aguardan la llegada del camión.
En esta segunda parte analizaremos el momento de la carga propiamente dicha: las instalaciones que se necesitan para ello (muelles de carga), y el modo más adecuado de hacerlo para no provocar estrés en los animales. Como se pone de manifiesto en el artículo, el estrés desencadena una serie de reacciones físicas en los animales (alteraciones del ritmo cardíaco, etc) y puede llegar a provocar incluso la mortalidad de los cerdos.
En torno al proceso de carga hay otros factores a tener en cuenta como el sistema de transporte o su duración. Y, en última instancia, hay que estar preparados para realizar en la propia granja el sacrificio de los animales a eliminar, que no sean aptos para transportar al matadero.
