La climatología ha condicionado la producción e incluso los precios de la coliflor en esta campaña. Lo más significativo han sido las graves inundaciones de la primera semana de abril que echaron a perder los frutos a punto de recolectar en las parcelas con variedades tardías. Estas mismas inundaciones afectaron a la finca experimental del ITG Agrícola en Cadreita e impidieron completar el ensayo de variedades ultratardías.
Esto ocurre además en unos momentos de crisis.
En efecto, el cultivo de la coliflor viene sufriendo en los últimos años una regresión, debido al descenso de su consumo y a la competencia de otras verduras del género Brassica como el bróculi. Los hábitos de alimentación han ido cambiando así como los modelos familiares, lo que choca con la forma tradicional de comercializar en fresco la coliflor, con tamaños grandes para el tipo de familia actual. También influye en ello las modas y el cambio en los gustos alimentarios.
No obstante, se empieza a ver una cierta recuperación por dos motivos. En primer lugar por la tendencia europea a recolectar las cabezas con un tamaño menor y a comercializarlas en cajas de 8 y 12 frutos, en lugar de 6 como hasta ahora.
Por otro lado, crece el interés por parte de las industrias congeladoras y también hay mayores posibilidades de exportación en fresco, lo que ha animado a bastantes agricultores a retomar su cultivo.
En Navarra, según datos de Coyuntura Agraria, durante el año 2006 se han cultivado 972 hectáreas (todas ellas en regadío), con una producción media de 20,66 t/ha.
A continuación, analizamos las incidencias de la campaña y ofrecemos los resultados obtenidos en los ensayos de ITGA con las variedades de coliflor.
