En el marco de la Política Agraria Común (P.A.C.) uno de los objetivos principales que se persigue es el de asegurar el bienestar animal en las explotaciones ganaderas. En este sentido, se han establecido en la Unión Europea diferentes normativas para gallinas ponedoras, pollos de carne o ganado porcino. En estos momentos se está revisando el borrador de recomendaciones relativas al bienestar de los conejos de granja, que es el paso anterior a la elaboración de una normativa común.
Uno de los puntos capitales de una normativa de bienestar animal es, por su repercusión económica en las explotaciones, el apartado referente a las densidades de cría permitidas. Ante esta situación, la pregunta que se hacen los ganaderos es, lógicamente, ¿qué coste económico tendrá para nuestros bolsillos?
El ITG Ganadero ha llevado a cabo un estudio en una explotación de cebo de conejos comparando la densidad actual más empleada, de 52,75 gazapos/m2, con otras densidades menores. Se está hablando de reducir la densidad hasta los 36,75 gazapos por m2. En el artículo se presentan con detalle los datos obtenidos. Podemos adelantar que con las actuales condiciones del mercado, ya precarias para los ganaderos, un descenso en el número de gazapos por jaula incidiría negativamente en las granjas, ya que aumentaría aún más los costes. Conforme disminuye la densidad animal también lo hace el margen neto de la explotación, cuantificándose un decremento de aproximadamente el 50% cuando se pasa de 10 gazapos por jaula a 7.