El almendro, después del olivo, es la especie frutal que mayor superficie ocupa en Navarra, con unas 3.841 hectáreas según el último inventario realizado por el Departamento de Desarrollo Rural en el año 2006.
Hasta la década de 1980 la base de la producción navarra de almendras estaba fundamentada en dos variedades, Largueta y Marcona. Ambas cuentan como ventaja principal que sus frutos tienen una calidad alta para los distintos procesos industriales y por tanto una mayor cotización en los mercados con respecto al resto de variedades. Por el contrario, su floración temprana y su auto incompatibilidad en la polinización las hace muy sensibles a las adversidades climáticas, lo cual, unido al alto coste de la poda, las ha eliminado actualmente de las nuevas plantaciones.
Las ventajas de las nuevas variedades denominadas de floración tardía quedaron demostradas en diversos campos experimentales que, salpicando la geografía navarra, el ITGA implantó a partir de 1986 y que demostraron el interés de las nuevas variedades Guara del SIA y Ferragnes del INRA, por su mayor potencial productivo. En la actualidad su producción representa más del 60% del total, porcentaje que se va
incrementando año a año con la entrada en producción de las nuevas plantaciones.
En 1999 el ITGA implantó un nuevo campo experimental con tres nuevas variedades, Masbovera y Glorieta obtenidas por el IRTA y Lauranne del INRA y estas en comparación con los testigos Guara y Ferragnes.
En este artículo mostramos los resultados obtenidos después de 12 años de cultivo.