La agricultura de conservación (AC) se hace mediante unos sistemas de laboreo diferentes al tradicional, evitando el laboreo de vertedera y utilizando una maquinaria específica para poder hacer la siembra directa sobre suelo sin laborear, o haciendo la siembra sobre un laboreo vertical de descompactación y/o superficial, debiendo quedar al menos el 30% de la superficie protegida por restos vegetales tras la siembra.
En Navarra la agricultura de conservación se realiza principalmente en secano y en menor medida en regadío, en los cultivos siguientes cereal (avena, cebada, centeno, maíz, sorgo, trigo), oleaginosas (colza, girasol), y leguminosas (guisante, habas, soja, veza), haciendo referencia al manejo de los restos vegetales obtenidos tras la recolección de los granos en los citados cultivos.
La siembra en AC requiere un mayor conocimiento del manejo de los restos vegetales y del estado del suelo, así como de la maquinaria necesaria para obtener una nascencia homogénea, minimizando el impacto que pueden ocasionar las malas hierbas, plagas y enfermedades en el desarrollo del cultivo.
La realización de la AC requiere pensar y valorar, el tipo de suelo, su estructura, compactaciones en rodadas y suelas de labor, en el momento de la cosecha dejar los restos, según el sistema de trabajo del suelo elegido de manera, que no dificulten la siembra posterior.