Este hongo, Verticilium Dahliae, presente en los regadíos tradicionales del valle del Ebro, puede ocasionar serios problemas en cultivos y especies sensibles. Entre ellos destacan el pimiento, tomate, berenjena y algunas variedades de olivo.
Desde hace tiempo se conocen los síntomas como “tristeza” al provocar una languidez en las hojas durante un periodo más o menos largo antes de la muerte de la planta.
Es un hongo vascular y oportunista que penetra en la planta en momentos de estrés o debilidad de la misma, instalándose en los vasos de la raíz desde donde coloniza el tallo y otras partes de la planta. Produce una dificultad en el tránsito de la savia ascendente, por lo que el síntoma de “tristeza” se acentúa en las horas de máxima demanda.
En los últimos años, los tratamientos de desinfección de suelos han consistido en aplicar productos químicos peligrosos, a la vez que contaminantes.
Las nuevas normativas de producción van eliminando el uso de estos productos y la necesidad de buscar métodos de control alternativos cobra cada vez más importancia. Y qué decir tiene en el caso del cultivo ecológico.
En este sentido, la utilización de técnicas de bio-fumigación conjuntamente con solarizaciones, repetidas periódicamente, se presentan como una alternativa interesante. También recientemente han aparecido en el mercado productos biológicos dirigidos a luchar contra el hongo de la “tristeza”, basados en otro hongo, llamado Trichoderma spp. que impide la instalación y colonización de Verticilium spp.
En este artículo presentamos los resultados de un ensayo realizado por el ITG Agrícola con diversos métodos de lucha.