El año 2010 ha sido el último de las ayudas de la Unión Europea a la superficie de cultivo de tomate, ya que a partir de la próxima campaña hay un desacoplamiento de las ayudas. Ello generó un gran interés por cultivar tomate y por consiguiente una previsión de superficie dedicada al cultivo de tomate muy alta. No obstante, debido a las incidencias climáticas registradas, en especial abundantes lluvias en el momento de las plantaciones, no se pudo llegar a plantar toda la superficie prevista, sobre todo en Andalucía y Extremadura. En esas Comunidades se ha cultivado menos de lo pensado en un inicio, mientras que en el resto de España la superficie cultivada aumentó ligeramente sobre la prevista.
En conjunto, se puede catalogar esta campaña como atípica y convulsa.
En Navarra, la mala climatología del final de primavera dio al traste con los planes de plantación establecidos y causó problemas en las programaciones de cosecha. Las cooperativas tuvieron que marcar cupos de recolección y hubo días en los que las máquinas cosechadoras solo trabajaron a media jornada.
Los rendimientos han sido buenos pero, debido a la suspensión en la recepción del fruto en una conservera, se ha vendido tomate por debajo del precio fijado en contrato, con las consiguientes pérdidas para los agricultores afectados.
Por parte de ITG Agrícola se ha llevado a cabo, un año más, el programa de experimentación de este cultivo en la línea de las campañas anteriores. Destacan los ensayos de las nuevas variedades comerciales que están saliendo al mercado, algunas de las cuales ya prometen unos rendimientos por encima de la media. Si bien hay que tener en cuenta otros factores a la hora de elegir la variedad a sembrar, como todos los agricultores saben.
En este artículo se hace un balance somero de la campaña y se informa sobre los resultados obtenidos con las variedades probadas en los campos de experimentación.
