La producción de cereales, globalmente, ha alcanzado las 733.000 toneladas, lo que supone un aumento de un 15% respecto a la campaña de 2009, y de un 10% respecto a la media histórica.
La bonanza climatológica de la campaña, con una primavera de temperaturas suaves y lluvias en junio, ha contribuido de manera importante a esos buenos rendimientos.
Los cultivos alternativos como la colza, el guisante y las habas han ofrecido también resultados muy interesantes y es de esperar que esto anime a su cultivo y pueda ir superándose la intensidad del monocultivo actual.
De nuevo los problemas de contaminación de malas hierbas en la Zona Media y los problemas de mal de pie en los trigos de resiembra en las zonas lluviosas, han vuelto a ser los más significativos, en esta campaña.
Ambos están muy relacionados con el sistema actual de monocultivo, siembras muy tempranas de otoño y laboreos superficiales. Las pérdidas de cosecha por estas causas han superado el 50% en algunas parcelas.
En el artículo se analiza la evolución de la campaña cerealista 2009-2010 con las características propias de variedades y cultivos que se han instalado.