En 1987, el Instituto Técnico y de Gestión Ganadero creó el módulo de ovino de raza lacha en la Finca Experimental de Roncesvalles. Se trata de una raza autóctona navarra dedicada a la producción de leche y que, por su rusticidad, está presente en la mayoría de los rebaños de la Montaña.
El módulo experimental se creó para desarrollar su testaje y con el fin de obtener referencias reales en este tipo de producción.
En el año 2000, este Instituto, como una entidad experta en el análisis de técnicas y de sistemas de producción ganadera, toma la decisión de adoptar el sistema de producción ecológico. El motivo del cambio fue la falta de datos reales contrastados que había sobre este sistema y la incertidumbre de los productores frente a las espectativas sociales que estaba creando la producción ecológica, sobre todo entre los consumidores.
Desde 2003 a 2008 se han completado cinco años enteros en producción ecológica de leche y carne certificadas.
Las condiciones legales para este tipo de producción son muy estrictas y obligan a realizar un gran esfuerzo para mantener la Licencia como operador. La certificación de una producción ecológica debe servir para valorizarla, es decir, para que se reconozca ese esfuerzo y sus costes añadidos con un precio adecuado. Un precio por debajo de 1,20 euros por litro de leche difícilmente puede garantizar la rentabilidad económica. Ésta ha sido la conclusión fundamental que ha obtenido el ITG de la experimentación de ovino de leche en ecológico.
Mientras estos sistemas se desarrollen en condiciones limitantes de producción de alimentos para el ganado y dada la situación de mercados actuales, los esfuerzos realizados para establecer un sistema autónomo en alimentación pueden resultar no tan eficaces como sería deseable desde el punto de vista económico. Hay que subrayar, además, que la correcta localización de cada sistema de producción resulta fundamental de cara a la sostenibilidad del mismo, sobre todo en producción ecológica. Aunque el sistema estudiado es más independiente que el convencional respecto a las variaciones de precios de materias primas, la variabilidad climática interanual puede crear inseguridad, si bien en principio de menor escala que la que puede generar la volatilidad de los mercados en los últimos años en producción no ligada al terreno.
En el aspecto positivo hay que concluir que, tras cinco años de experiencia, el ITG Ganadero ha demostrado que es posible mantener la producción certificada en este tipo de explotaciones de ovino de montaña. Pero hay que asegurarse de que las condiciones de clima y suelo, así como la disponibilidad de tierras, le permitan al ganadero afrontar un proceso de alimentación rentable. Con un clima adecuado para la producción de forrajes, se puede afrontar la producción ecológica con cierto éxito
En el artículo se hace un balance del funcionamiento del sistema ecológico en el rebaño experimental de Roncesvalles y de los resultados obtenidos, de forma resumida. Para las personas interesadas en ampliar el tema se ofrece también, en documento aparte, el informe completo de los resultados de experimentación.
