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Número 175: julio-agosto 2009

Tomate
Tomate de industria: Efecto del acolchado plástico y de la dosis de riego en cultivo

Hoy en día, está muy extendida en España la práctica de acolchar con plásticos de uso agrícola los cultivos hortícolas al aire libre, sobre todo en las zonas regables que son las más productivas. En Navarra se ha incrementado notablemente el cultivo con riego por goteo y acolchado plástico, con recolección mecanizada, sobre todo del tomate.

Son bien conocidas las ventajas de cada una de estas técnicas por separado, el acolchado y el riego. Faltaba analizar los resultados que se obtienen con la combinación de ambas técnicas, qué ventajas y que inconvenientes pueden presentar unidas.

La experiencia demuestra que el acolchado aporta ventajas de mayor precocidad y producción, pero además potencia la acción del riego localizado. Al retener el plástico la humedad y evitar su evaporación, el agricultor puede ahorrar en número de riegos. El acolchado plástico proporciona por tanto una mayor eficiencia en el uso del agua.

El ITG Agrícola ha querido cuantificar esta eficiencia para ver hasta qué punto unas cantidades de riego son positivas o negativas, a fin de afinar al máximo en ese gasto. Por otro lado ha querido calibrar también otros posibles efectos de la acción combinada del plástico con el riego localizado sobre el suelo en lo que se refiere a contaminación medioambiental. Para ello planteó un ensayo en la campaña 2006 con tres dosis diferentes de riego sobre suelo desnudo y sobre acolchado plástico cuyos resultados confirman lo que se adelanta en esta introducción, si bien el trabajo aporta datos concretos sobre cantidades de agua a utilizar y resultados productivos.

Las ventajas de estas dos prácticas unidas se confirman. En el capítulo medioambiental cabe añadir que la racionalización del agua de riego cada vez es más importante y se consigue mejor con el acolchado. Pero, por otro lado, el uso de plástico negro presenta el inconveniente de que quedan restos en el campo que deben recogerse para no contaminar. En este sentido son interesantes los materiales biodegradables, de coste más elevado pero que en cambio ahorran tiempo y costes de mano de obra en recogida.

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