La experimentación realizada en el marco del proyecto FER-GIR (2009-2012) ha permitido a INTIA fijar las pautas para una gestión integral de diversos residuos ganaderos utilizados como fertilizante en agricultura. En este artículo se ofrecen los resultados y recomendaciones para su empleo en maíz grano en riego por aspersión. Se trata de un cultivo mayoritario en los regadíos y con altas necesidades de nutrientes para su desarrollo.
Todos los residuos aplicados en el estudio permiten un sustancial ahorro de fertilizantes químicos, lo que conlleva un ahorro económico y reducción del impacto medioambiental, emisiones, lixiviado, etc. El abono orgánico proporciona también un considerable aumento de los rendimientos de cosecha. Es evidente que estos productos, además de aportar nutrientes, mejoran la fertilidad del suelo tanto física como biológica.
Por eso, cabe distinguir entre los efectos fertilizantes a corto plazo que se consiguen y los efectos a largo plazo, como enmienda, dependiendo de los residuos orgánicos que se emplean: purines, estiércol, lodos o compost. Los dos efectos son positivos para la agricultura.