Los nuevos regadíos de Navarra han merecido el reconocimiento del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que, por primera vez, va a financiar un proyecto de regadío por su alta eficiencia energética. Ahorran 10 kg de CO2 por hectárea, lo que se traduce en una mejora de la rentabilidad de los agricultores.
Uno de los grandes aciertos en Navarra ha sido el paulatino recorte de la dependencia energética en los nuevos regadíos que se proyectan. Esta región española está haciendo un gran esfuerzo de inversión en infraestructuras de regadío y las está proyectando con visión de futuro, buscando el ahorro de costes de explotación y el mínimo impacto ambiental posible.
Entre los años 1987 y 2018, se ha actuado y/o se va a actuar sobre una superficie agrícola total de 60.461 hectáreas, con un ahorro de consumo energético para los agricultores que se calcula en 10 kg menos de CO2 por hectárea construida. Eso redundará en beneficios económicos y medioambientales que se prolongarán hasta el fin del ciclo de vida de la infraestructura, que puede estimarse entre 30 y 50 años.
Conoce cómo se ha logrado este hito, en línea con la estrategia de eficiencia energética de la Unión Europea "20-20-20".