En Navarra las brasicas (coliflor, bróculi, romanesco, etc.) son cultivos de gran importancia, destinados fundamentalmente a cubrir las necesidades de las industrias congeladoras instaladas en la zona, aunque también una parte de la producción se deriva al mercado en fresco. En concreto el bróculi es el cultivo hortícola que ocupa mayor superficie en la Comunidad Foral.
Hasta hace pocos años, la mayor parte del cultivo de bróculi en Navarra se realizaba con riego por inundación o surcos. Ahora, con la entrada en funcionamiento de nuevas zonas de riego a presión hay gran cantidad de hectáreas en estas zonas, donde el bróculi ocupa un lugar muy importante en las rotaciones de estas parcelas, mayoritariamente como segundo cultivo de invierno. Cada vez es más evidente la necesidad de una mayor racionalización del agua de riego y una aplicación más eficiente de los fertilizantes, lo que justifica la utilización de estas técnicas de riego. Además, en el caso del riego por goteo existe la posibilidad de una aplicación más eficiente de los fertilizantes, con la ventaja de poder fraccionar las aplicaciones para preservar el estado nutricional del cultivo.
Si el objetivo es optimizar la fertilización nitrogenada es muy importante tener en cuenta el contenido de nitrógeno mineral (nítrico y amoniacal) del suelo al inicio del cultivo para determinar el abono a aplicar.
En este artículo se exponen los resultados de algunos ensayos desarrollados en INTIA y cuyo objetivo es determinar el efecto del nitrógeno mineral en la producción de un cultivo de bróculi en ciclo de primavera y de un cultivo de coliflor en ciclo de otoño.
Estos trabajos forman parte del proyecto INIA RTA2011-00136-C-04, cofinanciado con Fondos FEDER.