El manejo de las malas hierbas en cultivos hortícolas no es sencillo por varias razones. En primer lugar, muchos de estos cultivos hortícolas son cultivos menores (superficies cultivadas pequeñas) y por tanto no hay apenas herbicidas registrados. Incluso los cultivos hortícolas que no se consideran menores, tampoco disponen de suficientes herramientas químicas para el control de malas hierbas. A esto hay que añadir que, según la lista de sustancias candidatas a la sustitución del Reglamento (CE) Nº1107/2009, el número de materias activas registradas en cultivos hortícolas se podría ver reducido de forma importante. En algunos cultivos podría no quedar ningún registro.
Hasta ahora, el control de malas hierbas se ha basado casi exclusivamente en el control químico con las herramientas disponibles, y de ahí, la dificultad de aplicar otras medidas.
La aplicación de la Directiva de Usos Sostenibles (DUS) fomenta la priorización de los métodos no químicos en el marco de un Gestión Integrada de Plagas para reducir los riesgos y los efectos del uso de los productos fitosanitarios en la salud humana y el medio ambiente.
Por ello, dada la falta de materias activas y ante la aplicación de la citada directiva, INTIA hace replantearse a los agricultores el manejo de las malas hierbas, no sólo en cultivos hortícolas, sino en todos. Para obtener buenos resultados es necesario utilizar todas las herramientas disponibles, o lo que es lo mismo, el control integrado.
