Hace cuatro campañas agrícolas aparecieron afecciones de roya amarilla en diversos campos de Navarra, en situaciones poco habituales. Desde entonces, el problema no ha parado de crecer y el hecho de que los cereales se siembren de forma repetida en la misma parcela, sin dar descanso con otros cultivos alternativos, provoca que el hongo encuentre un ambiente aún más propicio para desarrollarse.
Desde ese primer momento se vio que el problema surgía por la aparición de nuevas razas del hongo (Puccinia striiformis), que se habían saltado las resistencias que genéticamente tenían la mayoría de las variedades de trigo cultivadas a esa enfermedad.
El trabajo realizado por INTIA, primero para conocer el alcance y dimensión del problema y, posteriormente, para tratar de solventarlo ha sido muy intenso y exhaustivo.
Se ha comprobado que la adaptación del hongo a nuestras condiciones está evolucionando de forma muy rápida. Frente a esto, los trigos se comportan de manera diversa, unos resisten y otros enferman.
Las evaluaciones realizadas demuestran cómo el comportamiento de cada variedad de trigo ante la enfermedad es muy diferente. Algunas variedades tienen una afección muy temprana y acaban devoradas, otras en cambio tienen una afección temprana pero con una evolución más lenta frente a variedades donde la afección es tardía y muy fuerte o variedades en las que la afección es muy leve.
En este artículo se analiza brevemente la situación, con datos objetivos, y se dan pautas para paliar el problema.