La campaña de cereal ha dejado por segundo año consecutivo unos rendimientos medios superiores al valor histórico en las distintas zonas productoras de Navarra. La explicación está en la climatología acontecida durante el año agrícola.
Una climatología con altibajos, donde han sobresalido los periodos de sequía prolongada y temperaturas anormalmente altas en los meses fríos que han afectado a los cultivos, a lo que se añadió el sobresalto de las tormentas de granizo en mayo-junio en algunas zonas.
Las oportunas lluvias caídas en momentos clave de la primavera lograron finalmente salvar una cosecha que, en determinados momentos, parecía perdida e incluso se han obtenido resultados sorprendentemente buenos en Navarra, a pesar de la falta de humedad persistente de esta campaña.
En este artículo se hace un balance de las superficies sembradas, la incidencia de las plagas y enfermedades y los rendimientos obtenidos tanto de cereal como de cultivos alternativos.