La amapola es la mala hierba más frecuente que ha acompañado a los cereales de invierno desde la antigüedad en toda Navarra. La utilización de los herbicidas hormonales desde los años 60 redujo las poblaciones de esta especie relegándola a un segundo plano pero la selección de poblaciones resistentes a las sulfunilureas hace ya 20 años ha producido graves infestaciones a partir de ese momento y todavía sigue sin gestionarse correctamente en muchas parcelas.