El proyecto Agrilink, que ha sido desarrollado de forma colaborativa entre 16 socios de 13 países europeos, está permitiendo analizar la toma de decisiones de las personas productoras y el papel del asesoramiento en este proceso.
La sociedad pública INTIA ha participado activamente en el proyecto y ha centrado su análisis en tres áreas de innovación: implementación de técnicas de Gestión Integrada de Plagas (GIP) en Navarra, circuitos cortos de comercialización también en el ámbito de Navarra y retro-innovación en productos lácteos. Este último caso se ha realizado en colaboración con HAZI y los Centros de Gestión de la CAV, analizando casos en Navarra, Guipúzcoa y Álava. Para cada caso se ha entrevistado a una muestra de 40 personas productoras con diferentes perfiles: decidieron adoptar la innovación, decidieron no adoptarla o decidieron abandonarla después de haberla implantado. Además, se ha entrevistado a algunas de las organizaciones de asesoramiento mencionadas durante las entrevistas.
El objetivo de este artículo es explicar cómo funcionan los procesos de decisión para la innovación y de qué forma pueden potenciarse a la vista de los resultados obtenidos en el proyecto.