La última campaña cerealista ha finalizado con una buena producción total, al nivel de las excelentes campañas 2017 y 2018, aunque un 9% por debajo del récord histórico que lo marca la campaña 2016. La alerta sanitaria por coronavirus no ha afectado a los trabajos en este subsector agrícola, por ser considerado esencial y dado que sobre todo las labores de recolección y entrega en cooperativas se realizaron fuera del periodo de confinamiento.
Lluvias en general por encima de la media así como las temperaturas cálidas de invierno y primavera han influido en el desarrollo de los cultivos. Los rendimientos han sido especialmente altos en la zona sur de Navarra favorecida por una climatología con precipitaciones muy superiores a las habituales. En cambio, los rendimientos en la zona norte han resultado inferiores a los obtenidos en las últimas campañas en estas mismas zonas agroclimáticas en el caso de la cebada y medios en el caso del trigo.
En este artículo se analizan las incidencias y el desarrollo general de la campaña.