Las asociaciones de criadores ARANA y ASLANA son las responsables de la llevanza del libro genealógico y el programa de mejora de las razas ovinas autóctonas de Navarra, la Raza Navarra y la Raza Latxa respectivamente.
El desarrollo de un esquema de mejora implica el control individual de los animales y para ello, a partir de 2003, estas asociaciones introdujeron la identificación individual con microchip en la cabaña ovina de Navarra. Ello supuso una oportunidad para mejorar la trazabilidad y la manera de llevar a cabo la recogida de datos, permitiendo como asociaciones manejar unos datos más fiables.
En el caso de ARANA, además, desde 2007 los propios ganaderos son los que recogen los datos con un lector – transmisor de microchips, el terminal SIRA (llamado “Makila” en el sector) que revolucionó la gestión y el control de las explotaciones.
Tras más de 25 años de trabajo en la mejora de caracteres productivos, en estos momentos ambas asociaciones están en fase de introducción de caracteres funcionales en los esquemas de mejora: aptitud maternal en raza Navarra y longevidad en la raza Latxa. Ello implica aumentar la recogida de datos de los ganaderos, como son el motivo de bajas en la raza Latxa y los pesos de los corderos en la Raza Navarra.
En este contexto de ampliar los caracteres a mejorar en ambas asociaciones, se ha visto necesario adaptar las prestaciones de los dispositivos de los que disponen los ganaderos e introducirlos en aquellos rebaños que no dispongan del mismo. Para ello se puso en marcha un proyecto colaborativo en el marco del Plan de Desarrollo Rural de Navarra. Contaron para ello con el apoyo técnico de INTIA, que realizó las pruebas en sus rebaños de las fincas experimentales de Remendía y Oskoz (Navarra).
En este artículo se realiza un análisis de la puesta en marcha y funcionamiento de esta tecnología puntera.