El calabacín es uno de los cultivos hortícolas de verano al aire libre con especial interés en el Valle del Ebro debido al aumento de la superficie cultivada en los últimos años. En Navarra, esta campaña 2022, se han cultivado 108,14 ha de calabacín, con unos rendimientos medios algo inferiores a la campaña pasada. Una gran parte de esta producción es destinada a la industria transformadora, para la elaboración de cubos, rodajas, sticks y lonchas. Para ello, la industria busca cultivares de fruto verde oscuro, largo y fino, con un calibre hasta 75 mm, con el menor número de semillas y con pulpa compacta, que sea capaz de optimizar los recursos e insumos para conseguir las producciones más altas. Es un cultivo de verano de ciclo rápido, en el que las recolecciones pueden comenzar desde antes de los 30 días tras su trasplante, y se alargan durante más de un mes. Durante este periodo de recolección, se realizan varias recolecciones por semana.
En este artículo se presentan los resultados del ensayo de variedades de calabacín en cultivo exterior con destino industria en cultivo convencional, llevado a cabo en la Finca Experimental de INTIA en Cadreita, y en ecológico, en la Finca Experimental de INTIA en Sartaguda. Se han testado, para las condiciones agroclimáticas del Valle del Ebro en Navarra, 15 variedades en convencional de diferentes casas comerciales, y 8 en ecológico, con el objetivo de conocer su comportamiento agronómico, las características de fruto y evaluar posibles tolerancias o resistencias a plagas y enfermedades propias del cultivo. De entre ellas, se han estudiado variedades de referencia en el sector, variedades estudiadas en años anteriores y variedades nuevas.