Un año más, INTIA se encuentra ante el análisis de una campaña "atípica". Ninguna es igual que otra, y cuando se habla de campañas normales, se hace tras promediar situaciones diferentes, en algunos casos extremas. Pues bien, esta campaña que acaba de terminar se puede situar como una de esas extremas, con condicionantes climáticos muy determinantes: un invierno con una primera mitad muy calurosa, pocas precipitaciones, sobre todo en la primera mitad de la primavera, llegando a ser extremadamente ausentes en algunas zonas, y con abundantes tormentas en el final de campaña, que en la mayor parte de casos no han provocado ningún beneficio y en algunos casos han sido dañinas.