La FAO declaró el año 2020 como Año Internacional de la Sanidad Vegetal. Entre los datos clave recogidos en el informe final de las actividades desarrolladas ese año se estima que la producción agrícola debe aumentar alrededor del 60 % para 2050, con el fin de alimentar a una población más grande y generalmente más rica, y que las plagas de las plantas (plagas, enfermedades y malas hierbas) son responsables de pérdidas de hasta el 40 % de los cultivos alimentarios a nivel mundial. Resulta evidente la necesidad de proteger los cultivos para garantizar la producción de alimentos suficientes para la población y de manera rentable para quienes los producen. La Unión Europea regula todos estos aspectos y desde hace más de 10 años puso en marcha la Directiva de uso sostenible de los productos fitosanitarios que se trasladó a la legislación española en 2013.
En este artículo se recopilan una serie de pautas referentes al uso de los fitosanitarios que desde INTIA se quiere destacar a modo de recordatorio.